Me agrada pensar que son felices, todos ellos llevan un poco de sangre, sesos y locuras de la madrugada, los materiales se rinden facilmente y las agujas solo son plumillas para dibujar, los detalles solo son ambiciones de una señora que por momentos cree volverse obsesiva compulsiva.
A su despedida todavía hay un embrujo de desvelo y alegría en ellos.
aqui los tienen tan vivarachos:
El cuche roñoso:
¡¡disfruten a los manitas de cuche y dejen sus comentarios, gracias!!








